
En un giro dramático que ha conmocionado a la comunidad médica y legal, una bebé de apenas nueve meses se encuentra en estado crítico en el Hospital Materno Infantil, desencadenando una investigación judicial por posible maltrato infantil. Los hechos, que salieron a la luz recientemente, han puesto en el centro de atención a los padres de la menor y a su cuidadora, quienes ahora se enfrentan a un escrutinio legal sin precedentes.
El incidente, que ocurrió el pasado viernes, ha levantado serias preocupaciones sobre la seguridad y el bienestar de los menores en situaciones domésticas. Según el relato proporcionado por la madre y el padrastro de la bebé, el evento que precipitó esta crisis comenzó con un aparentemente inocuo accidente doméstico: un golpe en la cabeza con la barra de hierro de una mochila con ruedas. Sin embargo, lo que siguió a este incidente ha puesto en duda la veracidad de esta versión.
De acuerdo con la información proporcionada a las autoridades médicas, tras el supuesto accidente, la bebé habría dormido por un período alarmantemente prolongado de casi trece horas. Fue solo cuando la menor despertó con un cuadro febril que sus cuidadores decidieron llevarla al hospital, una decisión que los médicos consideran tardía y potencialmente perjudicial para la salud de la pequeña.
Al ingresar al Hospital Materno Infantil, el estado de la bebé fue inmediatamente catalogado como crítico. Los médicos de guardia, alertados por la gravedad de las lesiones y la inconsistencia en el relato de los hechos, activaron el protocolo correspondiente para casos sospechosos de maltrato infantil. Esta acción rápida y profesional dio inicio a una serie de procedimientos médicos y legales que ahora forman el núcleo de una investigación en curso.
La gravedad de la situación se hizo evidente cuando los especialistas determinaron que era necesaria una intervención quirúrgica de urgencia para tratar una hemorragia subdural, una condición potencialmente mortal que implica sangrado entre el cráneo y la superficie del cerebro. Esta intervención, realizada bajo condiciones de extrema presión, logró estabilizar temporalmente a la paciente, pero dejó más preguntas que respuestas sobre el origen de las lesiones.
Tras la cirugía, el equipo médico del Hospital Materno Infantil ha llevado a cabo una serie de estudios complementarios con el objetivo de descartar otros problemas de salud y determinar con mayor precisión el alcance de las lesiones sufridas por la bebé. Estos exámenes, que incluyen tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, forman ahora parte crucial del expediente médico que se ha puesto a disposición de las autoridades judiciales.
El fiscal Leandro Arévalo, encargado de la investigación, ha tomado las riendas del caso con la seriedad que amerita. Aunque hasta el momento no se han presentado cargos formales contra ninguna persona, la fiscalía está examinando minuciosamente los testimonios de todos los involucrados, incluyendo a la madre, el padrastro y la hermana de este último, quien aparentemente estaba a cargo del cuidado de la menor en el momento del supuesto accidente.
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Fuente Noticias MDQ











