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Entrevista exclusiva a Maximiliano Hermosilla, autor de «POEMAS PARA UN NAUFRAGIO»

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Desde NoticiasMDQ nos complace compartir una entrevista conmovedora y profunda con Maximiliano Hermosilla, autor de «POEMAS PARA UN NAUFRAGIO». En esta conversación, Maxi, quien forma parte del equipo de Despacho Técnico en GSA BPO, nos abre las puertas a su universo literario, revelando las inspiraciones, los desafíos y las emociones que dieron vida a su primer libro. Descubrí cómo un «naufragio» puede convertirse en un mapa emocional y por qué, a veces, los tesoros más valiosos se encuentran en las profundidades. ¡No te pierdas esta historia de resiliencia y arte!

Entrevista a Maximiliano Hermosilla – Autor de POEMAS PARA UN NAUFRAGIO

En GSA BPO celebramos los logros personales de quienes forman parte de nuestra comunidad. Hoy queremos compartir una historia que nos llena de orgullo: la publicación de POEMAS PARA UN NAUFRAGIO, el primer libro de Maxi, quien forma parte de nuestro equipo de Despacho Técnico. Conversamos con él para conocer el corazón de este proyecto y la historia detrás de cada verso.

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Antes que nada… ¡felicitaciones por el lanzamiento de tu libro! ¿Cómo estás viviendo este momento?

¡Muchísimas gracias! Estoy muy feliz de haber alcanzado una de las metas más importantes de mi vida: poder plasmar parte de mi esencia en una obra como «Poemas para un naufragio». Lo que siento es una mezcla de emociones intensas, pero por sobre todo, una profunda gratitud.

Agradezco especialmente a mi familia y a mis amigos, que me acompañaron en esta locura que hoy se hizo realidad. También agradezco a cada situación, anécdota y vínculo que me inspiró a escribir desde un lugar tan visceral, permitiéndome narrar historias y emociones con este nivel de detalle y entrega.

Y por último, pero no menos importante, a mi profesora de primaria Ariadna, que un día recibió un trabajo práctico de un alumno cualquiera, lo leyó y me dijo: «Tenés talento, nunca dejés de escribir.» Esa frase, tan simple como poderosa, fue la chispa inicial de un camino que hoy desembocó en este primer libro.

¿Cómo nació la idea de Poemas para un naufragio? ¿Cuándo empezaste a escribirlo?

Creo que «Poemas para un naufragio» se viene escribiendo desde siempre. Uno de los textos más crudos y punzantes que lo integran, «Alma en el asfalto», lo escribí cuando tenía apenas 17 años. En cambio, «Esclavos de nuestra piel», que abre el libro, lo escribí diez años después. Esa distancia temporal refleja que el libro no nació de una idea puntual, sino que es el resultado de un largo camino de escritura, de búsqueda, de vivencias que se fueron acumulando como mareas empujando el rumbo de mi barco.

Desde la primera vez que apoyé un lápiz sobre el papel y sentí algo moverse en la boca del estómago, supe que había encontrado un canal. A veces esa sensación venía acompañada de belleza, otras de dolor, pero siempre fue honesta. La escritura estuvo ahí, firme, sin pedirme nada a cambio, más que autenticidad y sinceridad.

Creo que todos los que escribimos desde la catarsis, el arte o la introspección, alguna vez soñamos con crear una obra que contenga lo que somos. Y un día, sin previo aviso, sentí un impulso distinto. Algo me dijo con claridad: «Es ahora. Es momento de darle forma a todo esto.»

¿Qué significa para vos este título? ¿Por qué «un naufragio»?

Para mí, es una forma de encontrar belleza y significado en el dolor de una pérdida, sea cual sea su naturaleza. ¿Qué es un naufragio sino ese momento de quiebre, donde todo lo que conocíamos se desmorona y quedamos a la deriva, con nada más que nuestra esencia: nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu? Esa imagen me parece profundamente humana y universal.

Este libro toma todos esos elementos para narrar, a su manera, un viaje emocional: desde el primer golpe, pasando por el hundimiento y el naufragio en sí, hasta desembocar —¿por qué no?— en el aprendizaje que te permite reconstruir un nuevo navío y volver a zarpar.

Mi mayor deseo es que este libro pueda servir también como un mapa emocional para quienes hoy estén atravesando su propio naufragio. Porque estoy convencido de que a veces, incluso en el fondo del mar de la adversidad, es donde se encuentran los tesoros más valiosos y las lecciones más profundas.

¿Qué temas atraviesan tus poemas? ¿Qué emociones querés despertar en quienes te leen?

En «Poemas para un naufragio» conviven diversas historias que, aunque presentadas en poemas individuales, forman parte de un todo mayor y un viaje emocional cohesivo. Abordo temas como el desamor, las adicciones, los duelos, el amor idealizado e incluso la sátira, cada uno de ellos explorado con una intensidad particular.

Como autor, mi principal intención es invitar a quienes lean el libro a sumergirse y atravesar junto a los náufragos el dolor de la pérdida, incluso si cuesta, incluso si duele. Porque creo firmemente que transitar y reconocer esas emociones es parte fundamental de convertirse en un ser más pleno, más consciente y, sobre todo, más resiliente.

En la tercera sección, «Reliquias que devuelve la marea», la nostalgia adquiere un rol central. Allí emergen fantasmas del pasado, viejas preguntas sin resolver, y náufragos que se atreven a cuestionarse si están viviendo la vida que alguna vez soñaron. También exploro el amor en sus múltiples facetas, desde el más destructivo hasta aquel que surge de una profunda maduración sentimental.

Ojalá que el lector se anime a atravesar todas las etapas de este naufragio de forma intensa y honesta, y que al final, sienta —aunque sea en un susurro— que algo dentro suyo también resiste, que algo renace de las profundidades.

¿Tenés algún poema favorito dentro del libro? ¿Nos contás por qué?

Me resulta muy difícil elegir un solo poema entre todos los que integran la obra, pero hay tres que, por distintas razones, quiero destacar.

«Sobredosis de vos» es un claro ejemplo de la visceralidad de mi estilo. Narra el sufrimiento de alguien atrapado en un amor adictivo, casi tóxico, del que no logra escapar. Es crudo, intenso y, por momentos, incómodo… como esos vínculos que nos desarman y nos desafían.

«Te vi» cuenta el reencuentro inesperado de un hombre con un viejo amor. La escena, sencilla en apariencia, lo lleva a cuestionarse cómo cambiaron ambos, en qué se convirtió su vida, y qué pasó con los sueños que alguna vez tuvo. Es un poema sobre el paso del tiempo y la memoria afectiva.

Y por último, «Con el tiempo», que es el poema que cierra el libro. Es un mensaje de despedida, una reflexión final sobre lo que queda después del naufragio. No me gustaría contar demasiado, porque quiero que el lector se encuentre con él en su propio momento, y ojalá lo abrace como a una certeza necesaria y, de alguna manera, esperanzadora.

¿Cómo fue el proceso de publicar un libro por primera vez? ¿Qué aprendizajes te llevás?

Sinceramente, el proceso de publicación fue desafiante y muy demandante. Fueron muchas noches sin dormir, tratando de llevar cada poema a su máximo nivel de expresión y perfección. Pensando cada palabra, cada coma, cada metáfora, y buscando siempre un final que dejara al lector con una sensación en el estómago… de esas que incomodan, pero te obligan a seguir leyendo.

Mi intención desde el principio fue que la lectura fuera simple en apariencia, pero no por eso menos cuidada, profesional y profunda. Creo que logré un equilibrio entre belleza literaria y poesía callejera; una voz propia donde la prosa toma protagonismo y golpea con la fuerza que me gusta.

El mayor aprendizaje que me llevo es haber podido hacer convivir todos esos elementos —emoción, técnica, estilo— en pequeños versos. Y en ese proceso, haber encontrado lo que hoy siento que es mi verdadera y más honesta forma de escribir.

¿Hay personas o momentos que te hayan impulsado a escribir?

Sin dudas. Muchos de los poemas están escritos como si yo fuera el protagonista, pero en realidad llevan en su interior ecos de historias ajenas: amigos, familiares, y también esas personas que llamo «sabios de bar», esos que uno se cruza por la vida y, sin querer, te regalan una frase, una mirada del mundo, una anécdota y un momento que se quedan guardados para siempre en algún rincón de tu cabeza, deseando ser contados.

A veces, basta con que alguien tenga tiempo para escuchar o se anime a hacer una pregunta sincera para que algo profundo se active. En mi caso, decidí adueñarme de muchos de esos sentimientos, resignificarlos, y convertirlos en versos que pudieran resonar en otros… espero haberles hecho honor a muchos de ellos.

¿Qué le dirías a alguien que escribe en secreto y todavía no se anima a compartir lo que siente o piensa?

Sin dudas. Muchos de los poemas están escritos como si yo fuera el protagonista, pero en realidad llevan en su interior ecos de historias ajenas: amigos, familiares, y también esas personas que llamo «sabios de bar», esos que uno se cruza por la vida y, sin querer, te regalan una frase, una mirada del mundo, una anécdota y un momento que se quedan guardados para siempre en algún rincón de tu cabeza, deseando ser contados.

A veces, basta con que alguien tenga tiempo para escuchar o se anime a hacer una pregunta sincera para que algo profundo se active. En mi caso, decidí adueñarme de muchos de esos sentimientos, resignificarlos, y convertirlos en versos que pudieran resonar en otros… espero haberles hecho honor a muchos de ellos.

¿Qué te gustaría que pase con este libro? ¿Dónde te gustaría verlo llegar?

Mis aspiraciones son, en esencia, bastante terrenales: lo que más deseo es que la gente lo lea. No importa cómo llegue a sus manos: si lo compraron, se lo prestaron, lo encontraron por casualidad, o se lo recomendó alguien a quien le tocó el corazón. Con que muchas personas se suban a este barco, aun sabiendo que el viaje será caótico y turbulento, yo me doy por satisfecho.
Pero claro, también sueño. Y si me dejo llevar por ese deseo, imagino este libro llegando a cada rincón, a cada biblioteca, inspirando a otros que, como yo, un día presentaron un cuentito a su profe de literatura… y se animaron a creer que había algo ahí digno de ser contado y compartido.

Por último, como equipo de GSA BPO, nos sentimos orgullosos de contar con personas como vos. ¿Qué representa para vos trabajar en este lugar mientras desarrollás también tu camino artístico?

Es un honor escuchar eso, y les agradezco mucho el reconocimiento. Para mí, GSA fue, desde el primer día, mucho más que un lugar de trabajo: fue una casa. Recuerdo cuando entré por primera vez a las viejas oficinas (esas que ya ni existen), y cómo, casi sin darme cuenta, empecé a hacerme amigo de compañeros con una naturalidad que todavía hoy me sorprende.

Lo que más valoro de esta empresa es el profundo compromiso y el esfuerzo colectivo: desde los puestos más altos hasta quienes recién se incorporan, todos remamos para el mismo lado y con un horizonte en común. Tal vez por eso, después de diez años, sigo viniendo con la misma energía que el primer día… solo que ahora, con algunos años más… y varios pelos menos.

Estoy inmensamente agradecido por el apoyo que me han brindado y por la oportunidad de esta entrevista, que me permite compartir esta faceta un poco oculta de mi vida. Y sobre todo, me encantaría que muchos puedan leer «Poemas para un naufragio» y se animen a embarcarse en este viaje. Porque aunque duela —y a veces duela mucho—, naufragando también se aprende a nadar.

«Desde GSA BPO celebramos no solo el talento profesional, sino también el talento humano. Creemos que cada persona tiene un universo propio, y cuando se expresa con valentía y belleza nos inspira a todos. Gracias por compartirnos tu viaje poético.»

NMDQ

Fuente Noticias MDQ

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