Este viernes, las playas de Mar del Plata, en especial la emblemática Varese, amanecieron transformadas. Una densa franja oscura de algas marinas cubrió la costa, generando asombro entre turistas y locales. El fenómeno, lejos de ser una anomalía, es un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y su intrincada relación con el clima y el océano.
El paisaje inusual: algas que pintaron de rojo la arena
Al caminar por la orilla, los visitantes se encontraron con una capa de varios metros de ancho compuesta por macroalgas rojas y verdes. Estas formaban un tapiz flotante en la superficie del agua y, al retirarse la marea, dejaban sedimentos en la arena que alcanzaban volúmenes llamativos, incluso superando los 30 centímetros de altura en algunos sectores.
La ciencia detrás del fenómeno: ¿Por qué ocurrió?
Los expertos del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) ya han estudiado eventos similares. Según sus investigaciones, este fenómeno se denomina arribazón: la acumulación masiva de organismos marinos en la costa debido a factores meteorológicos y oceanográficos.
En este caso, la combinación de tres elementos fue clave:
Oleaje intenso: Provocado por tormentas recientes, que desprendieron las algas del fondo marino.
Mareas altas: Superiores a 1,5 metros, que facilitaron el transporte de las algas hacia la costa.
Vientos del este y noreste: Estos empujaron las macroalgas hacia la playa, acumulándolas en forma de cordones.

¿Qué especies protagonizaron este evento?
El fenómeno podría corresponderse a una biodiversidad sorprendente. Entre las 17 especies identificadas, se destacan:
Algas rojas (Rhodophytas): Gelidium (especie predominante en el evento de febrero) y Anotrichium furcellatum, esta última una especie exótica detectada en 1997 pero ya integrada al ecosistema local.
Algas verdes (Chlorophytas): Bryopsis plumosa, común en el litoral marplatense.
Cabe destacar que Anotrichium furcellatum ya había protagonizado un evento similar en el año 2000, demostrando que estos fenómenos son cíclicos y forman parte de la dinámica costera.
Impacto y percepciones: ¿Es peligroso?
Aunque la acumulación de algas puede generar incomodidad —como ocurrió con surfistas que encontraron obstáculos en la zona de rompiente—, los expertos aclaran que no representa un riesgo para la salud humana ni para la biodiversidad. De hecho, las algas cumplen un rol ecológico vital: al descomponerse, nutren la arena y sirven de alimento para aves y organismos bentónicos.
Un fenómeno con historia
Este no es un hecho aislado. En diciembre de 2024, playas como Bristol y Varese ya habían experimentado una arribazón masiva, estudiada en profundidad por el INIDEP. Aquel evento, impulsado por vientos del noroeste, incluyó algas similares y confirmó patrones recurrentes ligados al cambio climático y la variabilidad oceánica.
La naturaleza como artista efímera
Las arribazones son recordatorios de que el mar es un ente vivo y dinámico. Para los marplatenses, la franja oscura de Varese ya es parte de su historia, un fenómeno tan pasajero como fascinante.
NMDQ – Imágenes Fernando Legarreta
Fuente Noticias MDQ











