
Se intensifican los controles en los micros que se dirigen hasta Plaza de Mayo.
Operativos especiales se realizan este miércoles en la autopista Riccheri donde llevan a cabo controles a los micros que se dirigen hasta la Plaza de Mayo para la marcha en rechazo de la “proscripción” hacia la ex presidenta Cristina Kirchner.
Los operativos por parte de la Policía Federal se realizan en la autopista Riccheri, altura Mercado Central. Allí, los agentes controlan los micros que van hasta el microcentro porteño y retiran banderas, entre otros elementos.
Asimismo, continúa la concentración de simpatizantes en la puerta de la casa de la ex mandataria, donde se encuentra presa en la calle San José 1111.
Este martes el juez Jorge Gorini le otorgo la prisión domiciliaria, con el uso de tobillera electrónica, a la ex presidenta en la causa por Vialidad, en la cual fue condenada a seis años de cárcel.
Aunque no se realizará el traslado de la acusada a Comodoro Py, el Partido Justicialista confirmó que este miércoles a las 14.00 se realizará, de igual modo, la marcha contra la condena.
Con Milei en Olivos, un comando unificado entre Nación y Ciudad monitoreará la movilización por CFK
El presidente Javier Milei seguirá el desenlace de la protesta en defensa de la dos veces presidenta Cristina Fernández de Kirchner desde la quinta de Olivos, y descansa en su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la coordinación del operativo de seguridad que monitoreará Plaza de Mayo.
Para la tarea, la funcionaria conformó un comando unificado en coordinación con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y busca mostrarse en control del perímetro que alcanza la convocatoria, pero también las zonas aledañas.
Según supo la agencia Noticias Argentinas, los primeros dos anillos diagramados por la ingeniería de seguridad alcanzan Plaza de Mayo, están bajo la supervisión de la propia Bullrich, y cuentan con una fuerte presencia de las Federales de Seguridad.
Esta mañana, efectivos de la Policía Federal Argentina, Prefectura Naval, y la Gendarmería Nacional desembarcaron por las avenidas Rivadavia e Hipólito Yrigoyen atentos a las indicaciones.
En consonancia, se avizoraba el despliegue del habitual vallado que restringe los accesos a Casa Rosada, instalado en el corazón de la plaza, aunque sin cortes de tránsito. Desde el mediodía, ambas avenidas quedaron completamente cerradas como también las bocas de subtes cercanas.
El tercer anillo de seguridad, que corresponde a las calles lindantes a la plaza, esta a cargo de la administración porteña, específicamente del área que lidera Horacio Giménez. En la periferia opera la Policía de la Ciudad, a la espera de un gran número de manifestantes que podría llegar a colmar los espacios de convocatoria.
Asimismo, la fuerza local que cuenta con el despliegue de más de mil efectivos de distintas divisiones se encarga también de la monitorear los acceso al domicilio de la exvicepresidenta, ubicado en San José al 1111, correspondiente al barrio porteño de Constitución. Supervisará la concentración de los partidos y agrupaciones que se dan cita en la residencia para movilizar hacia Plaza de Mayo.
La coordinación se concretará en un comando unificado que tendrá lugar en el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Al respecto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, precisó esta mañana: “Nuestro principio es molestar lo menos posible a la gente y que los que se manifiestan lo hagan sin violencia y ocupando el menor espacio público posible”.
“Ellos creen que pueden estar en la calle 10 días y que con eso van a volver al poder. No es así”, subrayó, y añadió: “Vamos a tratar de hacer que la gente tenga un día normal”.
A su turno, el vocero presidencial, Manuel Adorni, remarcó el carácter “legítimo” de la movilización, y vaticinó la aplicación del protocolo de seguridad. “La calle no es del kirchnerismo ni tampoco es del Gobierno. La calle es de la gente, de los ciudadanos. Si bien es cierto que durante muchos años pensamos que era de los grupos sociales, lo cierto es que eso no es así”, sentenció.
En la habitual conferencia de prensa, suspendidas desde el 29 de mayo, el funcionario remarcó: “Las fuerzas federales están trabajando para que tanto los accesos como la vía pública, también los edificios que responden a la responsabilidad de las autoridades federales, sigan teniendo el orden que deben tener y que no deben perder por una marcha de tintes políticos”.
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